Trasfondo Histórico De La Educación Básica En Puerto Rico
La educación puede definirse como un proceso de transmisión
cultural que se da de una generación a otra. En las sociedades primitivas se
efectúa a través de la convivencia, no de la escolaridad. A medida que las
sociedades se hacen más complejas, junto al proceso educativo informal, se organizan
de forma deliberada lo que modernamente conocemos como escuelas.
Aunque desde el 1948 Puerto Rico tomó las riendas de la
educación formal, la evolución de ésta siempre ha estado matizada por los
cuatro siglos de coloniaje bajo España y por Estados Unidos desde el 1898.
Bajo el régimen español, la educación estaba mayormente a cargo de la Iglesia Católica. Así, una de las primeras escuelas fue fundada hacia el 1512 por el Obispo Alonso Manso, como parte de la Iglesia Catedral. La escolaridad, el nivel de estudios aprobados de la población en general, era muy baja. En toda la isla no hay más que dos escuelas de niños, y pocos saben leer. el estado de baja escolaridad en la Isla.
En 1770, bajo la administración de Miguel de Muesas, comenzó el intento por establecer la escuela pública primaria gratuita, la población que asistía a las escuelas era muy limitada. El currículo y la orientación de la enseñanza hasta fines del siglo XVIII se asemejaban a los prevalecientes en España y el resto de Hispanoamérica: la educación religiosa absorbía buena parte de las clases.
El resto se dedicaba a la enseñanza de la lectura, la escritura y algunas nociones de aritmética. La enseñanza se basaba en la memorización y no se promovía el espíritu crítico
La preocupación por la educación también se dio en las autoridades coloniales. Este interés se manifestó en varios decretos orgánicos. El de 1880, el cual rigió hasta el final de la dominación española, organizaba el sistema de primera enseñanza tanto público como privado, bajo la supervisión del gobernador. Se proclamó la asistencia a la escuela como obligatoria para los niños entre los seis y nueve años.
Desde principios del siglo XX, la educación ha sido uno de
los pilares de la colonización material y subjetiva implantada por Estados
Unidos después de la invasión de 1898.
Si bien la mayor parte de la población puertorriqueña comenzó
a disfrutar del acceso a una educación que mejoró sus condiciones materiales de
vida, esto- en la intersubjetividad ha representado una forma de mayor
explotación y de opresión sostenida por la dependencia, la colonialidad y por
una imagen de superioridad de sus colonizadores.
El tema de la Reforma Educativa ha sido uno de los engaños
más evidentes y demagógicos de las administraciones estodolibristas y
anexionistas para sostener esa colonialidad y el dominio político a través de
las políticas sociales. El sistema educativo ha sido un espacio de corrupción y
de intereses partidistas de muchas batatas políticas.
La Constitución aprobada para 1952, consignó la educación
como un derecho de cada ciudadano o ciudadana, el cual debe ser provisto por el
estado. Se proclamó un sistema de educación laico, democrático y gratuito para
los grados primarios y secundarios.
A la par, la educación se constituyó privilegiadamente en
un instrumento para la reproducción de la fuerza de trabajo y el capital,
enfocado este en la inversión que se multiplicada en diversas áreas de la
economía y que sostenían el proyecto colonial.
Para el 1985, el Gobernador Rafael Hernández Colón
encomendó un estudio sobre las condiciones educativas del país el cual demostró
que no se estaba se alcanzando los resultados educativos esperados.
En poco tiempo, tan cercano como 1999 todas los planteles
del sistema público se transformaron en escuelas de la comunidad, prescrita por
la Ley Orgánica del Departamento de Educación (Ley 149)
La descentralización, autonomía, la participación y la toma
de decisiones basadas en una perspectiva de derechos humanos, al igual que la
evaluación y rendición de cuentas por las responsabilidades que se asumen son
atributos del ejercicio de ciudadanía. El concepto de ciudadanía es un referente para el análisis
e implantación de las políticas educativas.
Se construye el concepto de ciudadanía educativa a partir
de la participación de la comunidad escolar en las decisiones sobre la
filosofía educativa, la gerencia y administración, el uso del presupuesto, la
selección y evaluación del personal escolar, así como en los procesos de
rendición de cuentas por las decisiones asumidas.
esta ley representa mayor federalización de la educación y
un mayor riego a la fiscalización dado el pretendido achicamiento del estado. Y
si faltara algo, no ha tomado en cuenta las críticas y resultados de muchas de
escuelas charters en Estados Unidos, algo que merece atención de todos y todas
en un espacio más amplio. Alerta con este proyecto que destruye el sistema de
educación pública y le convierte en un negocio!
La Falta de autoestima, incentivar a los docentes,
necesidad de un sistema de rendición de cuentas y repensar el rol de los
maestros son algunos de los retos que debe encarar el sistema público de
enseñanza a opinión de profesionales en el área de la educación.
Desde la filosofía educativa del proyecto, el novel
maestro, hace una invitación a eliminar el estigma que se le adjudica a los
estudiantes, por ejemplo, cuando se les denomina de manera peyorativa como
‘desertores escolares’.
Estas prácticas, de acuerdo al educador, aparte de que
afectan la autoestima del estudiante, perjudican su vínculo con la institución.
“Cada uno de nuestros estudiantes es responsable de su educación y Nuestra
Escuela es el instrumento, es la vía, es el apoyo incondicional, no asume la
responsabilidad. Así que trabajamos intensamente en enseñarles a nuestros
estudiantes a aprender por cuenta propia y por toda la vida”
La situación del sistema escolar en 1898 se puede resumir
en palabras del estudio del Consejo Superior de Enseñanza en 1958: “Al terminar
la dominación española había en Puerto Rico 380 escuelas elementales para
varones, 138 para hembras, 26 escuelas de enseñanza secundaria y una escuela de
adultos. Había un total de 545 escuelas para una población escolar de 44,861.
El analfabetismo alcanzaba entre 79 y 85 % de la población total de la isla”.
Para esa fecha había 810,394 habitantes, de los cuales 268,639 eran niños. Por
tanto, sólo el 16.7% asistía a la escuela.
En 1770 ante el bajo nivel de estudios aprobados de la
población general se comenzó el intento por establecer la escuela pública
primaria gratuita. A partir de este momento el énfasis del sistema público fue
ampliar la educación a toda la población.
En la década de 1960, habiendo conseguido que todo
estudiante de edad escolar tuviese la posibilidad de ir a la escuela, los
esfuerzos del sistema se dirigen a mejorar la calidad de la educación.
Dado los continuos cambios en las realidades
socio-económicas y culturales este objetivo no pierde vigencia. Ante la nueva
economía del conocimiento se requiere que se revisen los currículos y métodos
de enseñanza de modo que el estudiante aprenda con sentido, esté en un proceso
de continuo aprendizaje y conozca y domine la tecnología de la información.
Al aprender con sentido y juicio crítico surgen preguntas,
inquietudes e intereses que cruzan las disciplinas tradicionales.
El estudio de las disciplinas debe ser parte del currículo
escolar, pero no debe ser el primer encuentro del estudiante con el
conocimiento.
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